viernes, 21 de octubre de 2011

El amanecer de una habitación

Las ramas de la noche
(o su sombra)
proyectan su incolora luz
sobre el telón de la mañana,
que descansa detrás de las 6
anhelando, caprichosamente,
que el primer rayo no se apresure
a la concavidad de la tierra.
Pero mecánico, invariable,
el último murciélago
pasa la posta
a la primera calandria.

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