sábado, 11 de diciembre de 2010

Un recuerdo

…En última instancia lo que amamos es nuestro deseo, no lo deseado…
F. Nietzsche


Un recuerdo que invoca el deseo,
Un recuerdo.
Un recuerdo de tu abrazo falso
Que dilataba el metal,
Un recuerdo.
Un recuerdo de tus tardes de ausencia
Que hipnotizaban mi escena,
Un recuerdo.
Un recuerdo de tu beso edulcorado
De poder de la naturaleza,
Un recuerdo.
Te vestiste de mi esclavitud,
Criatura venerable,
Como una reina con la de un pueblo.
Belleza redonda
Inalcanzable para la ciencia,
Rutina que no aburre
Camino que esconde el horizonte.
Un recuerdo de tus páginas húmedas
Se desintegra en mis sueños.
Esas páginas donde suelo escupir
Mi desangrado rencor.
Un recuerdo;
Esa es la incalculable riqueza
Que me obsequiaste sin saber.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

...Sueño, heroína del cine blanco y negro...
Caminaba su laberinto y mientras tanto adelantaba un pie al otro. Era el barrio más olvidado, solía decir su abuela, en sus continuas citas del pasado que la acercaban a lo habitual. De paso ansioso intentaba recordar su presente de casas bajas nomencladas por su lejanía de la avenida.
La avenida
En ella descansaba toda la esperanza de progreso de la comunidad. Cada adoquín reemplazado esa tarde de horas asimétricas, decoró de áspero suceso toda su ilusión. Esas fueron las recetas codiciadas por el pueblo.
El pueblo
De paredes despintadas, ojos violetas y árboles relajados. Las casas que se empujaban para tocar la avenida, terrazas decoradas de golondrinas y sus excrementos.
Ahogado de abstracciones no dejaba de citarlas, y así, las vestía de círculo.
El círculo
Conseguía confundirse con la rotonda de la avenida, dispuesta exactamente en la mitad de la misma, pero no podía referirse a otra cosa que a la vida.
El paso que no quería perderle el paso se aceleraba inevitablemente. Ya había dejado atrás dos cuadras desde que bajó del colectivo y no paraba de pensar en ese pueblo, esa avenida, ese círculo.
Todo encaminado así como se lo vio a su proyecto vagar por sus células, jamás. El, con frecuencia, se contaba estas cosas; quizás similar a mi manera, pero corría con la ventaja de la decisión de tratar de decidirse, mientras él sigue en el contorno. Muchas veces lo ha logrado pintar con colores muertos que aparentaban un grado de realidad conmovedor; lograron sonreírlo, llorarlo.
Sonreír, llorar
Ningún color, aroma, sonido, textura;
O todos juntos.
En los extremos dormita la nada;
Corren por dentro.
A esas dos cuadras se le sumaron cortadas y bocacalles, pero nada se parecía al sueño.
Esperaba; la motivación
-Sólo estás despierto, ya te vas a dormir.
El primer indicio de humanidad lo experimentó en la segunda esquina. Dos personas que se saludaban;
-Persona 1- ¡Hola! ¿Cómo andás?- Una mujer de unos probables 70 años de joroba pronunciada y mirada inquisidora, sonería cuidadosamente para sostener los dientes artificiales y vendía su aspecto de sagrada escritura. Porque solo lloraba escondida en su habitación.
-Persona 2- Todo bien. ¿Usted?- Un muchacho, pelo ataviado, de cortesía desganada.
Ahí encontró al hombre. No en una boca chorreada de sangre desgarrando la carne del vecino, sino en una costumbre opaca y aburrida. En el rito de un saludo deshonesto.

viernes, 26 de noviembre de 2010

El placer de la siesta
Te lloraba.
Vengadora de los cuerpos indemnes.
Cara de cachetes magros, suaves, sutiles,
Rojos verdes violetas.
El robo de la calandria
Te hace homenaje.
Los acordes que te envidian.
El este de la cama, sin tus huellas,
Se desorienta.
La rosa que te espera
Desaviándose.
Ojos donde escondes el secreto
Que no se vende
En la noche de noviembre.
Ojos negros profundos
Ojos grises
Donde amarra el bote el pescador.
Dientes fríos, saben callar mentiras
Que decoran toda realidad.
Solo así se pudo describir el ocaso
Rojo platinado.
Labios color de beso
Aroma de la tentación.
Gestos tallados a punta de inocencia
Con pasados oscuros
De sufrimientos repetidos.





Así, no te busco.
Y si te encuentro,
Me pierdo.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Color agrio, áspero, de bordes transparentes.
Raspás el contorno de mi olfato
para que el oído mantenga el equilibrio.
Dictás la semblanza de mi tacto
Y la vista recorre;
El rouge del mar en la arena, en el crepúsculo de cuba
El barco que persigue a la luna.
Y en la lengua
Cual ciénaga
Pantano marrón pardo
De quejas incoherentes,
Obsequias tu blasfemia
A un gusto prosternado.
Vino,
color voluntad.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La gran fuga

Me escondí
En un rayo de luz;
de la luz.
En un segundo intenso;
del tiempo.
En una hectárea de la incógnita;
del espacio.
En un elemento;
del sistema.
En la fuga de Beethoven;
del lenguaje.
Me escondí
En la esencia;
de la esencia.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Formas del día

Es cuando las inclinaciones sensoriales
me acercan a mi especie.
Día humano.
Esa gota que mi pupila aprieta
con sumisa elegancia.
Sumisa a esa descarga
que explota y vibra en la carne.
Son lágrimas.
Reposa en lindes inadvertidos
y se jacta de abrazar
el metal que direcciona.
Son principios.
Día humano con lágrimas caladas de principios;
El que elegí sentir.

martes, 26 de octubre de 2010

Repaso

I
Los techos altos
me aplastan
con su vacío.
Entre el vacío
y yo
no hay nada.
II
Grita la biblioteca
de libros desteñidos de no-lectura.
La video reposa su humanidad
a la espera de formatos compatibles.
III
Cortinas de risas moderadas.
Vibraciones opacas,
amarillas como el negro mate.
IV
Trepa la simpleza
al carrusel barroco.
Un edificio niega su existencia
en la revista de arquitectos.
Gastados de miradas fatuas
escupen savia los cuadros;
de ramas angustiadas.
V
Piedras, de palpitaciones interrumpidas,
traban la puerta del vacío
donde se oculta la nada.

miércoles, 6 de octubre de 2010

I
Te encontré en una foto oculta
donde antes no solías.
Te dibujó el tiempo;
definió tus rasgos de recuerdo.
II
Perfumada por la nostalgia de la lluvia.
Nostalgia húmeda, de huesos impacientes.
III
Antes, frecuentaba perderte
en los giros de la luna.
Tan predecibles;
los ignoraba.
Hoy, sin equilibrio,
no insisto en tocarte.
Carezco de un sentido
entrenado para la desilusión.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Diálogos

Metida en su carne
rebozada de palpitaciones.
En tanto, la noche espera su turno.
La canasta en un rincón, mareada;
casi oculta.
Dos pájaros que cogen.
El quejido del ventilador que descansa en la cama.
El suelo golpea las gotas.
La ansiedad que rebota los dientes.
Fantaseando con una respuesta te escribí,
símbolo espantoso.
Abreviatura de la vida en sentido.
Y rebotan los dientes, mientras intentaba desviarlos.
Tum tam tum tam tum tam, el corazón;
¡y yo me quejo de la rutina!, me deja vivo.
Y rebotan los dientes.
Apareció el primero,
escondido detrás de su acento.
Algo de dos cabezas bien maquilladas,
Sumado a las sobras ocultas en su traje.
Casi llegando a los dos metros de voz atontada.
R: Practiqué toda mi infancia el beso armónico,
confundido por las sensaciones de ambas.
Z: Soñé con un patio escondido, donde podía pescar.
En las calles convertidas en río
desgajaba un suspiro de piedad
hacia ranas que no existieron.
Y: Después de tantos partos me creí vivo.
La única palabra que existe
todavía no la inventamos.

lunes, 13 de septiembre de 2010

El último regalo,
merienda del sufrimiento
tristeza licuada de pómulos que rebalsan.
El último regalo,
clavado en la esencia de una mentira
cuelga de un punto sin sentidos,
donde las caras rezan por un encuentro;
el encuentro se esconde en el desencuentro.
El último regalo,
se queja
de que un principio
una partida
lo compruebe.
El último regalo,
insatisfecho de pertenecer
a lo que pretendía cuando
no pertenecía.
Ese último,
quédatelo;
como el primero.

jueves, 2 de septiembre de 2010

Argucia de la imaginación

La sangre empetrolada
agoniza
en la garganta.
El fuego chilla
a cascada.
La palabra
se esconde
de su significado.
Empiezo;
en su final.

jueves, 26 de agosto de 2010

Preludio
EL trabalenguas de una conexión,
entre los olores de mis pies y sus palabras.
Involuntario como la contracción de un nervio,
que no carece de voluntad, por lo que observo.
Todos buscamos causar, que desde lo metafísico
representemos una vía cierta de contacto.
Ya, solo y ahora; busco vomitar toda mi incertidumbre y que no se confunda
con un conjunto de caracteres ordenados sistemáticamente, sino
con un pedazo de indecisión que suela ser escupido.


Bienestupidos
Ayer, que presumía estar muerto;
Lo estaba.
Mi respiración se asemejaba a la de un vivo,
pero indudablemente era la de un muerto.
Mis piernas,
parecidas a las que tiemblan.
Claro, me estaba buscando;
por ahí adentro.
Chorreaban de tinta metáforas apestosas que hablaban de un color, de un aroma, una brisa, o un pedazo de carne que me beso una noche egoísta.
¡que lejos caminaba la poesía! Una composición de células muertas soportando la pus de un organismo vivo, así la describía el apartado “b” de todos los exámenes.
Noche de parcial-cuestionario complejo- , bajo el escritorio, dos botellas de vino-escenario casi concreto-. Múltiple choice, dos hojas, una birome y el eco.
El eco de varias vidas buscando una salida en esa entrada.





Shhhhhhhhhhhhhhh
…ser un planeta desorbitado
para acercarme al sol cuando pinte…

lunes, 16 de agosto de 2010

Hoy que aprecié a la belleza en mi cuarto, materializada con su forma más brillante; no logré esconderme. Las metáforas no alcanzaron para describirla, ni siquiera el más intrincado recurso retórico encajaba en su cara de luna. Pálida como la luna blanca hubiese dejado mudo al sofista, sus rasgos concretos no cabían en las abstracciones de Platón.
Su respirar, cual el compás de unos delicados violines, hubiesen inspirado a Pollock y dejado desnuda, humillada toda su vanguardia.
Yo, me desintegraba como un chorro de agua que cae al vacío; bebí toda su libertad, sabía a bosque sin un sólo artificio del hombre. Era la naturaleza misma concentrada en unos labios que ostentaban toda su opulencia.
Su aroma, para que contármelo, si todavía lo siento por todos los rincones. Rojo, amarillo, gris, de bordes violetas; tal vez…
El recuerdo es algo metafísico que necesita manifestarse. Y yo tuve a la belleza acostada en mi cama.

domingo, 15 de agosto de 2010

Fueron esos días donde solías recitar tus prosas silenciosas.
Toda el agua del Paraná quedó reducida a una gota cuando lo relativo apreciaba la pureza de tus versos, que como copas delicadas se confundían en una extraña melodía. Tu mirada de párpados encogidos, cual palabras simples, hubiesen atrapado la atención de Kafka. Tus labios, que practicaban un orden escrupulosamente asimétrico, bien podrían exponerse en una galería a dos pasos del futuro. –a veces no dejaban reconocerse- o siempre.
Tu postura era la de un rey, no sobraban actuaciones pero tampoco escaseaban.- en ocasiones la asocié con seres mitológicos – quizás Virgilio logre convencerme.
En mis tardes más ruidosas corriste por un vaso de agua, por la caricia más simple y cálida.
Supe ahogarme en cursilerías, más falsas que reales, más bien aparentes; indefectiblemente reales.
Aquellas noches que tantas muertes mías apreciaron, con tu paciencia reviviéndome, conocieron tus accidentes, tan suaves que la seda cumpliría el rol de andrajo.
Quisiera ofertar el olvido de mis recuerdos en la vidriera de artículos en liquidación, tal vez yo mismo, cierre el círculo económico.
Yo encorvado, como gárgola, en el vértice más oscuro de mi habitación;
Vos desgarrando tu carne para mostrarme tus órganos más íntimos. “Miralos son tuyos también, burlándote de la naturaleza”, y yo ahí unos pasos al costado de la luz sin poder sentirlos, con mi cerebro obtuso buscando no se que en no se donde de no se cuando.
Una vez escribí algo así;
…me bañé en la orilla de su duda,
tomando por sorpresa sus desnudas expresiones…
Confieso, supe creerle más a mis pupilas dilatadas que a tus manifestaciones más auténticas.
“merde” diría Rimbaud en una ronda de lectura “no te creo, no te creo” con un tono cercano a la desesperación; o así me lo imagino. Esas flores utópicas huelen a mentira diría yo.
Era casi una obviedad el devenir de los acontecimientos;
Vos volando, volando, quizás volando.
Yo encerrado, en una celda casi violenta, examinando las propiedades de mis tripas.

Logré comprender, tal vez sentir sea más agradable.
Rompía el artista la vereda,
seguía el lector sin comprender.
Dibujaba un terremoto.

A una duda exquisita

I
El silencio de una noche ruidosa,
marcaba el paso de una lágrima inalcanzable.
Las luces, artificiales,
espiaban;
Artificiales.
II
Era una noche como aquella
como todas
como esta
como nunca.
III
Caminé por el pasillo de la intriga
soportando el peso, casi nulo,
de una angustia.
IV
Al llegar a la puerta
golpee con vehemencia
las formas del secreto;
Que inmutable se reía,
que inmutable…
Se reía

viernes, 30 de julio de 2010

Plagio de un Ser sin impurezas

I
Transpiré un segundo infinito
alejándome de mi.
La perdí unos pasos;
desconcertada, como un hombre frente a una vida, se mordía,
boca hueca, su amarillenta impaciencia.
Conoció colores húmedos, secos, silvestres.
II
En uno de los secretos de la superficie,
encontró una lápida,
cual un diente de una encía fértil.
III
¡que tristeza esa misma tarde!
de esa noche que perdió su cuerpo.
Fue jugando con un rayo tenue,
que engañada de unos pasos libres,
le entregó al sol su figura imitante.
IV
Ahora,
Como el espacio busca objetos
para manifestar su existencia,
recorre murales altos y bajos,
pisos encerados y harapientos,
noches librescas acariciadas por ojos amarillos,
tardes materas colgadas de verdes risas;
Donde solo encuentra,
los residuos de su inexorable desaparición.

sábado, 24 de julio de 2010

Esta heroificación irónica del presente, este juego de la libertad con lo real para su transfiguración, esta elaboración ascética de sí, Baudelaire no concibe que puedan tener lugar en la sociedad misma o en el cuerpo político. No pueden producirse más que en otro lugar que Baudelaire llama el arte...

Michel Foucault

domingo, 11 de julio de 2010

Concepto burlado; conciencia sin apoyo

Futuro intocable
Pasado metafísico
Presente…
Presente ¿qué?
¿presente espacio?
¿presente ancho?
¿presente cuerdas?
¿presente pasado del futuro, futuro del pasado?
0918273645
¿capaces de pintar el canto infinito del arte?
¿80 mil años ha, estará a punto de dibujarme un poema inquieto?
¿o en el próximo giro, la tierra, vidriera, terminó de soplarme?

Relato de un vino olvidado

Ahorcado por la angustia de la mañana,
resbalé en la velocidad de un sueño.
Allá en el fondo de la botella,
esperaba la sonrisa dolida
el rescate de la feliz tristeza.

Tchaikovski

En esa música
estaba extinguida
la obviedad
del próximo acorde.
Esa intriga
que nacía y moría
constantemente
¡hay esa intriga!
Sólo me seduce esa intriga,
no te transformes;
así me seduces
intriga

Casi vivo

Fue un amanecer amarillo,
casi verde.
Quejas lejanas,
casi próximas.
Suspiros pausados,
casi muertos.
Tu fondo extraño,
casi mío.
Mi mente plagada de oxímoron,
casi opuestos.
Fue así, mi despertar después de muerto;
casi siempre.

Ahí, donde busco las historias

Ni a la vuelta de una mañana,
ni en la esquina del mediodía.
Fue en el filo de una noche cruda,
fue en el patio de tu rojo aroma.

lunes, 21 de junio de 2010

Ameop

Se clavó la pluma que estalló en su núcleo para no morir. Aspirose toneladas de sangre pálida para poder expresarse. Viajó en boletos y papiros. Supo contemplar veladas entre arroyos y edificios. Voló en las ondas del sonido. Vio su muerte en una risa provocada por la imagen. Esa misma que le dijo que era falsa su camisa. Partió el mar en dos pedazos, observó las algas enojadas despintarse el maquillaje.
Poema, que son sólo un verso corta el tiempo en rodajas, tira al tacho su cáscara y en dos horas de silencio chupa todo su jugo.

Etreum

Todo lo que la gente habla de la muerte; ¿será verdad que existe?
¿O sólo será una vulgar deducción dialéctica del inconciente para justificar la existencia?

¿SERÁ VERDAD QUE EXISTIMOS?

Vivaldi

En la queja de violines reposaba el día sus matices. Aconsejaba pasos inequívocos, en mira-desimismadas. Todo transcurría en una violenta temperatura degradada, donde sentimientos rompían filas para adelantarse a las ideas. Fracasaron al fin todos los intentos de transcripción poética, en la retaguardia de violonchelos.


Era invierno,


Toda la prosa perfeccionada anteriormente carecería de todo sentido si no hubiera sido escrita. Pero la simple manifestación a través de símbolos universalmente consensuados, explícita o implícitamente, me lleva a la conclusión que dichos caracteres, tal vez sacados de artículos de revista sin ninguna relación previa, contienen indefectiblemente al menos un significado.
Sin perjuicio, de su clasificación como arte o no. Este es un fenómeno, a mi juicio social, que abordaremos más adelante.

Roce atómico

Sus curvas expresaban detalladamente
la inminencia de mi orgasmo.
Ellas,
facultadas de poderes inmensurables,
subyugaban mis decisiones.
Al tiempo que la piel
comprobaba las consecuencias.

Sotseg

Yo quisiera hablar del idioma universal -LOS GESTOS- a quienes invoco prosternado por un trago de sus signos.
¿Será extensa la lista de espera? Porque si algo advierto, es su calidad de insobornables.

Capaces de representar, con una fidelidad envidiable, los impulsos del contextos en tan solo
no-tiempo y en esa misma curva adelantarse sobre la respuesta.

Amozri

Me encontré en una poesía,
recopilando adjetivos suaves al olfato.
Carecía mi talento de cualidades cercanas al presente.
La poesía consistía, en el contacto de planos paralelos,
que añoraban una sólida base.

Osex

Las rosas envidiaron el olor de nuestro sexo. No recuerdo tanto presente, desde que estábamos muertos.
Era una noche de ruidos lejanos;
Apenas coloreada por el silbido del viento.

Errata comentada

I
Detrás de su sonrisa, se dibujaba una cara delicada.
Entre matices inocentes y violentos
se apreciaba el talento de su espíritu.
Cortado por el más prodigioso de los sastres,
desfilaba su cuerpo por mis sueños.
II
Sus curvas, poco pronunciadas, expresaban su acabado
compás.
Quizás tallada por escultores venecianos,
tal vez versada por poetas parisinos.
Sus rasgos de infinités golpeaban a la puerta de lo perecedero
para confundirse en una tormenta.
III
¿Acaso mi sudor, empapado en su perfume de tez blanca,
pueda explicar el fracaso del lenguaje?

Código anónimo

Sublevación de sentidos
mastican la atmósfera compartiendo lo dulce
de sus gérmenes. La ansiedad reducida y extirpada
por una huella. El agua destila su aroma a repetido.
El pecho agitado ensaya la decisión.
No quie ro compartir el desprecio
más q ue con mi espalda.

Confusión

El remedio componíase de dos opciones.
Una sabía áspera al gusto pero bailaba al pasar por el esófago. La otra,
color de risa, vacilaba entre narices enmocadas y pasteles luminosos.
Yo no comprendía ninguno de los acordes, aunque sonaban líquidos y escurridizos.
Por fin el otoño llamó a la puerta,
sonrisa de payaso triste enriquecida con un desayuno de hojas secas.